Skort, la falda más deseada del verano inunda las pasarelas para demostrarnos que la practicidad y el encanto son la combinación ganadora.
El eterno retorno
Bien dicen que la moda es cíclica. El eterno retorno cobra forma de minifalda para recordarnos que estamos destinadas a ver renacer, cada cierto tiempo, lo mejor de la moda y el estilo.
Originada a principios del siglo XX, la denominada “Falda pantalón” se convirtió en una alternativa para las mujeres que empezaban a practicar disciplinas deportivas como el tenis o el golf y que buscaban una prenda que les brindara comodidad y libertad de movimiento, pero sin restarles feminidad.
Con el paso de los años, la falda abandonó los centros deportivos y se trasladó a todos los rincones del mundo; ya no servía sólo para ejercitarse, sino que empezó a adquirir un espacio privilegiado en los guardarropas de las mujeres que iban al grito de la moda, sobre todo entre las adolescentes cuyos estilos solían ser más desenfadados.
El nacimiento de un ícono
Para los años 60’s del siglo pasado la prenda ya era icónica; combinando la sensualidad de una minifalda y la comodidad de un short deportivo; las skorts se volvieron el símbolo de una época en donde las mujeres cuestionaron los valores conservadores de la sociedad y reclamaron su derecho a tomar sus propias decisiones, podía ser expresándose públicamente en contra de la guerra o usando una minifalda.
A décadas de distancia, la moda sigue siendo un arma poderosa para gritar con fuerza un mensaje; ahora las mujeres necesitamos decir que lo queremos todo; prendas sofisticadas, pero versátiles; ropa sensual, pero cómoda y, por eso, las skorts se han vuelto un básico en nuestros armarios.