Desde las pasarelas hasta los estudios de televisión, Marisol González ha trazado un camino de éxitos y desafíos. Casada con el exfutbolista Rafael Márquez Lugo y madre de dos hijas, Marisol relata su evolución desde Miss Universo hasta convertirse en una destacada presentadora y participante en retos en la pantalla.
Fotografía: Juan Luis Lemus
Estilismo: Santiago Araico
Cabello: Rasec Sagrav
Maquillaje: Vico Guadarrama
PR: Jerry ML
Entrevista: Aarón Zavaleta
Marisol González creció en una infancia plena y feliz en Torreón, Coahuila, marcada por una constante búsqueda de actividades extremas y deportivas. Desde muy pequeña, mostró una inclinación natural hacia el deporte y todo tipo de actividades físicas, lo cual se convirtió en su principal fuente de entretenimiento y pasión. Pasaba largas horas en la azotea de su casa, jugando actividades que implicaran movimiento y destreza física.
Marisol era conocida por su carácter intrépido. Nunca temía al peligro, una cualidad que le proporcionaba una gran felicidad y libertad durante su niñez. Sus padres confiaban plenamente en ella y le permitían explorar sus intereses con una libertad considerable, algo que ella valora profundamente. Este ambiente de apoyo y confianza fue esencial para fomentar su amor por los deportes y las actividades al aire libre.
Entre sus deportes favoritos estaban el básquetbol, el boliche y el atletismo, actividades en las que dedicaba mucho tiempo y energía. Sin embargo, el futbol también ocupaba un lugar especial en su corazón, especialmente porque compartía esta pasión con su padre, un ávido fanático del deporte. Las visitas a los estadios y la experiencia de compartir esos momentos con él son algunas de sus memorias más preciadas.
Como paradoja de la vida, y porque la historia se cuenta sola, Marisol terminó años más adelante involucrada en los medios deportivos y casada con el ahora exfutbolista Rafael Marquez Lugo. Conversamos con ella para hacer un recorrido en su historia hasta el día de hoy.
Tuviste un paso por la carrera de Comunicación y lograste uno de los sueños más constantes, que es ganar “Nuestra Belleza México”. ¿Cómo llegaste a ese momento de tu vida?
Cursé los primeros semestres de la carrera de Comunicación porque fue cuando me seleccionaron para Nuestra Belleza. Cuando entré a Nuestra Belleza, tuve que quedarme en México. Entonces, podríamos decir que todo cambió. Mi vida dio un giro completo porque tuve que trasladarme a la Ciudad de México. Tenía que estar aquí durante un año para prepararme y participar en Miss Universo. Fue una oportunidad mágica que me llevó a estar aquí hoy en día; de lo contrario, no sé si me hubiera animado a venir. Siempre había tenido muchos sueños, siempre quería algo más. Pero creo que Nuestra Belleza fue una oportunidad única, una plataforma maravillosa que me abrió las puertas al CEA. Después, cursé la carrera allí en el CEA, lo que siguió abriéndome más puertas. Realicé castings, incluido el de Televisa Deportes, y fue ahí donde comenzó todo.
El gran salto te llevó a ser conductora deportiva, ¿qué te motivó a hacer ese cambio?
Después de Nuestra Belleza me quedé un tiempo modelando y me di cuenta que no era lo que me llenaba, lo que me encantaba, entonces entré al CEA, me empecé a preparar y de repente me empezaron a ofrecer cosas de actuación, llegué a hacer papeles muy chiquitos y como que no era lo que me apasionaba, yo era “conducción, conducción, conducción” y de pronto se vino la oportunidad de hacer un casting para Televisa Deportes. Javier Alarcón siempre se acuerda de que yo fui la última en pasar, porque pues no estaba ya considerada en las confirmadas para el casting, y le dije que a mí el deporte me encantaba desde chiquita, porque siempre he sido súper apasionada, mas no experta, pero que le sabía lo básico y me encantaba todo lo que se vive detrás. Javier me dijo que justo eso era lo que estaban buscando. Y literal al día siguiente me hablaron para darme la bienvenida.
Iniciaste en grande, porque cumpliste otro sueño que todo reportero desea, cubrir un Super Bowl, ¿cómo tomaste esa gran hazaña?
Fue mágico. O sea, recuerdo cada detalle. Fue en Phoenix, Arizona, Gigantes contra Patriotas. Patriotas era el gran favorito, pero Gigantes dio la sorpresa. Recuerdo cada cobertura, cada enlace que hice para ese evento, fue increíble. Justo me tocó que me dieran la bienvenida Toño de Valdés, Enrique Burak y Pepe Segarra. Fue maravilloso iniciar con un evento de esa magnitud y cómo me recibió el equipo, cómo desde un inicio me apoyaron, súper familia, súper respetuosos. Los recuerdos que tengo de Televisa Deportes son de lo mejor que me ha pasado en mi vida, sin dudarlo.
Sigues en el medio pero en diferente rama, formaste parte de “¿Quién es la máscara?” y ahora con “Vence a las estrellas”, ¿cuál ha sido el mayor reto a vencer tanto personal y laboral?
Justo, sigo en el medio con diferentes programas. Cuando cumplí muchos de mis sueños en Televisa Deportes, pues mi sueño también era que, más allá de lo profesional, pudiera formar una familia como la que tengo. Siempre fui muy feliz en mi infancia, con una familia muy bendecida y muy unida, y siempre quise lo mismo para mí, formar eso. Gracias a Dios se me dio ese sueño, y pues ahí sí tuve que cambiar algunas cosas por otras. Decidí no viajar y de ahí que mis aventuras en Televisa Deportes terminaran porque ya no era lo mismo. Me empecé a estancar, entonces, se tuvo que cerrar ese ciclo, lo cual me dolió mucho, pero bueno, la vida es así. Después de 11 años, se cerró el ciclo de Televisa Deportes. Según yo, me iba a tomar un descanso, y a la semana me hablaron para entrar al programa “Hoy”. Y de ahí me ayudó a seguir con nuevos retos, nuevas aventuras. Luego vino “¿Quién es la máscara?” y “Vence a las estrellas”. Fue un gran reto divertido que esperemos que la gente juegue, se enganche, le encante y funcione, porque le metimos todo el corazón del mundo. Comienza el 6 de mayo a las 8 de la noche por Canal 5.
Cuéntanos del primer acercamiento con tu esposo, Rafael Márquez Lugo, ¿cómo se conocieron y cómo cupido unió sus corazones?
El primer acercamiento fue en 2011. En ese entonces, viajaba muchísimo, sin parar. Venía de participar en la Copa Oro en Estados Unidos y luego seguía con la Copa América en Argentina. Él fue seleccionado para la Copa América en Argentina y su hermana, que era muy amiga de personas de la producción, estaba en los enlaces con nosotros. En una conversación, ella me mencionó que quería presentarme a su hermano. Fue algo muy casual. Después, al regresar a México, me preguntó si podía darle mi contacto a su hermano. Acepté. Empezamos a hablar, pero de manera bastante informal. Nos hicimos amigos, literalmente, a través de mensajes, hasta que finalmente tuvimos la oportunidad de conocernos en 2012. Desde entonces hasta ahora, hicimos clic al conocernos. La química fue máxima y seguimos juntos hasta el día de hoy. Empezamos a salir en 2012 y ahora estamos a punto de cumplir 10 años de matrimonio. Es decir, dos años de novios más 10 de casados.
El tiempo pasa muy rápido y ahora con 10 años de relación y dos adorables hijas, ¿cuál es la clave del amor?
La verdad es que hace poco nos preguntaron eso y los dos nos quedamos callados, como preguntándonos: ¿cuál es la clave? No sé, creo que no hay un matrimonio perfecto, creo que tiene sus subidas y bajadas, pero hasta el día de hoy hemos formado un gran equipo con nuestras hijas. Nos encanta ser el equipo que somos, nos encanta lo que hemos construido como pareja. Ayuda mucho ceder y ceder, cada uno aporta al otro y, a veces, puede que a mí no me guste algo que a él le gusta, pero ahora voy hacia eso, y al día siguiente él no quiere lo que yo quiero, pero también cede para ser un buen equipo. Creo que eso es algo que nos ha ayudado y fortalecido mucho como equipo y como pareja. Puedo decir que mi familia es lo mejor que tengo, mis hijas son mi alegría, y Rafa también lo es. La verdad es que soy muy feliz con lo que hemos logrado y formado en todos estos años.
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