A pocos meses de haber iniciado el 2024, Fiona Palomo triunfa en la pantalla grande con El roomie y Un actor malo.
Texto: Gerardo Villareal
En una entrevista exclusiva para WM Magazine, la actriz mexicana Fiona Palomo habló sobre su trayectoria, los métodos que utiliza para prepararse profesionalmente, la responsabilidad que conlleva interpretar personajes femeninos y su nueva película, Un actor malo (2023).
Fiona, quien en los últimos años ha participado en distintos proyectos como: Control Z (2020-2022), ¡Qué despadre! (2022), Camino a Belén (2023) y El roomie (2024), ve con buenos ojos el hecho de explorar distintos géneros cinematográficos, pues es algo que siempre quiso hacer como actriz.
“Me alegra que mi carrera esté siendo así, es justo lo que siempre he querido como actriz: tener la oportunidad de poder hacer desde un musical con princesas hasta algo tan fuerte como un drama que maneje un tono muy crudo. Eso lo vuelve divertido, de esta manera entras a mil mundos”, señaló.
Por otro lado, la joven actriz de 25 años, recordó las películas que marcaron su infancia, así como sus primeras incursiones al mundo del cine, que surgieron por medio de una cámara que le prestaba su madre.
“Desde muy chica ya tenía ese pensamiento de querer contar historias. Cuando tenía 5 o 6 años veía mucho cine en blanco y negro, y entre los 9 o 10 años recuerdo películas como El laberinto del fauno y algunas de Johnny Depp. También recuerdo mis primeros acercamientos al cine, por así decirlo; fue con una cámara que le pedía prestada a mi mamá para grabar los guiones que escribía con mis amigos, aunque a esa edad piensas que solo es un juego. No fue sino hasta que comencé a participar en algunas producciones que me di cuenta que podía hacer esto por el resto de mi vida”, compartió.
En cuanto al proceso que realiza previo a los días de llamado, Palomo explicó que a veces no es suficiente con sentarse a repasar el guion y hacer la tarea de ensayo, sino que también se requieren horas de investigación que ayuden a empatizar y entender el contexto; tal y como lo hizo con el personaje de Sandra Navarro en Un actor malo (2023).
“El poder retratar ciertos personajes es un honor. Tengo una brújula ética para contar historias que son importantes para mí, por eso, cuando Jorge Cuchi (director) y Yair Ponce (productor) me ofrecieron la oportunidad de personificar a Sandra, entendí la responsabilidad que me estaban entregando”, aseguró.
Sin embargo, también hizo hincapié en los límites que los actores y actrices deben de poner a la hora de interpretar roles que pasen por situaciones de destrucción emocional, ya que puede llegar a afectar a nivel personal.
“Creo que es algo que uno debe de hacer, si no te vas a un lugar muy peligroso como actor o actriz. Es chistoso porque te quieres mantener conectado con el personaje, pero también tienes que cuidarte como persona para que no te afecte y puedas llegar el día siguiente con toda la energía”, recalcó.
Además, reconoció que se siente muy afortunada de poder ser una especie de inspiración para las niñas y adolescentes que la miran en la pantalla.
“Al final del día, lo que yo hago es para las personas; es gratificante ver cómo poco a poco llenan sus vidas con algo que yo he contribuido y que permanecerá con ellas para siempre, tal y como el cine que vi de chica se quedó conmigo”, confesó.
Para finalizar, la mexicana aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre el impacto que generará Un actor malo (2023), pues espera que en un futuro sea recordada como una cinta que ayudó a crear conciencia tanto en la industria del cine como en la sociedad.
“Me encantaría que se recuerde como una película que provocó una toma de conciencia, haciendo que todos miremos con más atención ciertos aspectos de nuestro mundo, nuestro país y del ser humano. Ojalá impulse cambios”, concluyó.
