El nuevo lujo: no tener auto

El hack que necesitas para tener el auto que realmente necesitas pero sin que ello implique los terribles gastos fijos que impactan tu presupuesto mes a mes, es la renta estratégica de vehículos. Pero antes vayamos a las razones por las que no es un buen negocio comprar un auto.

Durante décadas hemos trabajado para poder comprar un automóvil, lo que ha significado también estar atado a un compromiso que termina en su reventa o en su deshecho. Tú lo compras, lo financias, y el auto a cambio te devuelve movilidad y hasta cierto punto estatus  pero también gastos al por mayor de mantenimiento, seguros, depreciación y tiempo perdido. Esa es la verdad, sin romanticismo.

Para dimensionarlo, la Asociación Estadounidense del Automóvil, o AAA por sus siglas en inglés, estima que el costo promedio anual de poseer y operar un auto nuevo en 2024 fue de 12,297 dólares (incluye depreciación, financiamiento, combustible, seguro, mantenimiento, llantas, licencias e impuestos), o sea más de 200,000 pesos.

Mantenimiento: el gasto que quiebra aunque “todo esté bien”

Tener un auto  significa sí o sí pagar mantenimiento. Según el diario El Economista el pago de servicios cada 10,000 kilómetros representan en promedio entre 2,000 y 5,000 pesos, más gastos adicionales como verificaciones, estacionamientos y peajes que pueden sumar entre 3,000 y 5,000 pesos anuales (además de imprevistos como multas).

Y no es solo el dinero. Es el tiempo: hacer una cita, dejar el coche, esperar, resolver. Ese “rato” se repite y se vuelve rutina.

El seguro: pagar por la tranquilidad… y aún así preocuparte

El seguro es una compra inteligente, pero también es otro recordatorio de que manejar no es solo placer sino riesgo.

Un dato relevante de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (en su sistema estadístico del ramo de automóviles) es que en México tres de cada 10 vehículos cuentan con seguro. Eso significa que una parte importante del parque vehicular opera sin esa red de protección, y cuando hay un choque o un robo, el golpe financiero puede ser brutal.

Aunque tengas seguro, no desaparece la fricción: renovaciones, deducibles, trámites, ajustes. 

Tiempo perdido: el costo que no aparece en la factura

La mañana que se te poncha una llanta y el día se divide en “antes” y “después”. La llamada de “ya está listo” que llega cuando estás en junta. El trámite que “solo era un papel” y termina siendo dos horas. La búsqueda del taller “de confianza”. El estrés de vender el coche: fotos, llamadas, regateos, riesgo.

El lujo ejecutivo de 2026: no ocuparte de eso

Hay una idea que está creciendo en el mundo ejecutivo: el coche como servicio, no como una carga. No por capricho, sino por eficiencia mental y financiera.

Rentar un auto en esquemas donde te incluyen seguro, mantenimiento, administración y disponibilidad, se está convirtiendo en una forma de comprar algo que sí es lujo real: tener la tranquilidad de que todo está cubierto.

En ese contexto entran modelos como el de U Rent It: arrendamiento vehicular “llave en mano” para empresas, empresarios y ejecutivos que necesitan moverse en un auto de su estatus (premium, gama media, utilitarios, comerciales, carga o incluso blindados) sin tener que convertir el coche en un proyecto paralelo. 

La lógica es simple: tú te enfocas en tu operación y tu vida; alguien más se encarga de lo que normalmente te roba tiempo.

Porque al final, el estatus ya no es decir “tengo coche”. Sino decir “no tengo que pensar en él”.

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