Xinú le da un giro a la manera de hacer conexión con un nuevo perfume, a través de procesos respetuoso con la botánica aromática de América.
La filosofía de Xinú va más allá del simple acto de perfumarse; se trata de una experiencia sensorial que invoca la memoria olfativa, conectando al usuario con la vasta riqueza de la flora americana. Cada fragancia es un documento viviente de la planta que representa, identificada meticulosamente por su género y especie, lo que refleja el enfoque documental y educativo de la marca.
El diseño de Xinú también es testimonio de su compromiso con la sostenibilidad y la estética. Los frascos, hechos de vidrio soplado con tapas de madera certificada, son diseñados no solo para ser bellos, sino también duraderos y multifuncionales. Una vez vacíos, estos recipientes se transforman en objetos decorativos que pueden servir como jarrones, incensarios o piezas de arte, proporcionando una segunda vida útil y perpetuamente cambiante.
Xinú ofrece una inmersión en su “Jardín Secreto”, un espacio mágico donde los visitantes pueden explorar la mesa del naturalista, una colección curada de objetos que narran las inspiraciones visuales y olfativas de la marca. Este escenario invita a los visitantes a descubrir la historia detrás de cada aroma y la meticulosa artesanía involucrada en su creación.
En resumen, Xinú no es solo una marca de perfumes; es un homenaje a la naturaleza americana, un cruce entre arte, ciencia y sostenibilidad que ofrece una experiencia olfativa única. Cada fragancia de Xinú es una expresión de amor y respeto por el mundo natural, una invitación a explorar la riqueza inexplorada y misteriosa de las especies botánicas de América, haciendo eco del sentimiento de que “no hay nada más excéntrico que la naturaleza”.
Aguamadera (n°1)
Como ejemplo de su colección, Aguamadera es una fragancia a base del aroma del agave. El tema del mezcal se explora con una nota de lima en la parte superior, un toque de sal con una frescura al aire libre que recuerda el aire del mar fusionándose con increíbles notas amaderadas que proporcionan el contrapeso del aroma. La madera de gaiac le da al aroma el espíritu de agave ahumado del mezcal y la madera de cedro una calidez acogedora. Las maderas son cremosas, lo que combina muy bien con las fuertes notas salinas y cítricas.
