Cuando los problemas en tu relación están escalando a un nivel tan grande de hasta querer abandonarla, perder el miedo a la terapia de pareja puede ser la gran puerta de escape.
Miedo a la terapia
Tenemos muchos prejuicios sobre ir a terapia, pero es un error muy común en la sociedad. El acudir a terapia, específicamente hablando de pareja, es tan poco acostumbrado que se han perdido relaciones por el simple hecho de no saber comunicar los problemas entre los dos, cuando podrían encontrar la solución más fácil de lo que podrían pensar.
Aprender a comunicarse
Existen casos en los que, a pesar de que la pareja sabe externar sus incomodidades, no se puede llegar a un acuerdo, lo que en ocasiones desencadena en problemas en la intimidad, discusiones más fuertes, que cada individuo comience a tomar un rumbo distinto en su vida, o incluso, puede surgir la idea de preguntarse si realmente quieren seguir con la relación.
En estos casos, es preciso considerar una sesión psicológica en pareja, donde el principal objetivo es entenderse a uno mismo, luego entender a la otra persona, para al final llegar a un acuerdo mutuo en donde ambos identifiquen el origen del problema dando una solución satisfactoria. El objetivo final es conseguir un punto de sanación y bienestar en conjunto y de manera individual.
Infidelidad, la mayor causa de terapia
Según una encuesta realizada por DIVE Marketing para Gleeden en 2021, el concepto más común para que una relación llegue a un consultorio es la existencia de una infidelidad, con un 58%, y dentro de la sesión se trabaja, tanto en la persona que ha perdido la confianza, como en la otra, al indagar los motivos que lo han orillado a realizar dicha acción. Y si se llega a esta instancia es porque ambos están motivados a salir adelante de ese bache, dejar todo por el todo dentro y fuera de la sesión psicológica.
Asimismo, tres de cada cuatro de las parejas que acuden a terapia concluyen con éxito su proceso, y esta cifra se mantiene cuando los problemas se detectan a tiempo, según el coordinador del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales (CESPI) de la UAEM, Alejandro Gutiérrez Cedeño.
Y si esta no tiene triunfo, es decir, no se puede continuar con la relación, por lo menos se encargan de que la persona pueda reintegrarse a su vida social con seguridad, plenitud y, sobre todo, salud mental.
Así como es de gran valor acudir a terapia, también es importante dedicar parte del día a hablar con tu pareja para fortalecer la comunicación, valorar el tiempo invertido y recordar siempre los buenos momentos que han pasado juntos, así como trabajar en nuevas experiencias en conjunto.
Al seguir estos sencillos pasos, tu relación estará fuerte y sana ante cualquier situación.