Su paso por programas icónicos, su cercanía con el público y su apuesta por la evolución constante la consolidan como una de las personalidades más versátiles y queridas de la pantalla hoy en día, con ustedes Marie Claire Harp.
Fotografía: Rafa Salsas
Asistente de foto: Benjamín Vázquez
Estilismo: Santiago Araico
Muah: Bere de la Rosa & Jorge Beltrán
RP: Roberto Meza para Jerry ML
Coordinación: Juan Pablo Garcia
Entrevista: Aarón Zavaleta
De Miss a conductora
Marie Claire Harp sabe lo que significa abrirse camino en un medio tan competitivo como el de la televisión. Su historia comenzó en Venezuela, en el escenario del Miss Venezuela, donde descubrió que aquel certamen no era solo un concurso, sino un trampolín para su futuro. “Cuando tuve la oportunidad de participar en ese concurso, allí fue donde se me empezaron a abrir puertas en la televisión. Me dieron la oportunidad de empezar en varios foros y de cubrir a conductoras que se habían ido o estaban ausentes. Yo siempre estaba como en el turno al bat, preparándome”, recuerda.
Aunque se formó como abogada, su verdadera pasión la fue construyendo de manera autodidacta en los medios de comunicación. Inició en 2013 en el Canal Y, pero dos años después dio un salto trascendental al integrarse a Venevisión, el canal más importante de su país, donde condujo Portadas, el programa número uno de espectáculos en Venezuela. “Ahí me hice un nombre, me di a conocer de una manera muy bonita. También tuve la oportunidad de ser parte de las Chicas Polar, que en Venezuela es como el compendio de mujeres más exitosas del país”, comparte con orgullo.
La llegada de la pandemia fue un punto de inflexión. La soledad y la lejanía de su familia la impulsaron a mudarse a México. “Cuando llegó el COVID yo tenía en mente venirme porque aquí estaba mi familia. Me empezó a pegar esa lejanía, y ahí fue donde decidí dar el paso”. Su primer acercamiento fue en Bandamax, donde descubrió la riqueza de la música regional mexicana. Esa experiencia, dice, la ayudó a integrarse y conectar más con la cultura mexicana.
El gran escaparate llegó con Las Estrellas bailan en Hoy y posteriormente con La Casa de los Famosos, reality en el que encontró una plataforma para mostrar su carisma y resiliencia. “Yo dije: lo tengo que hacer porque es la excusa perfecta para darme a conocer en México. A pesar de que no duré mucho dentro del reality, aprendí que las personas tienen algo muy valioso dentro de sus cuatro paredes que no es bueno mostrar tan explícito. Eso lo valoro mucho”.
El reto se transformó en oportunidad cuando asumió el rol de Host Digital del programa, papel que mantuvo durante tres temporadas consecutivas. “Es una cosa increíble porque debe ser la primera vez que alguien logra permanecer las tres temporadas. En el mundo de las redes sociales es complicado y, sin embargo, he tenido una aceptación muy bonita. Estoy asumiendo el rol con entereza, responsabilidad y calma, sin tomarme las cosas a pecho”.
Brillar más allá de la pantalla
Con más de 2.6 millones de seguidores en Instagram, además de comunidades sólidas en TikTok y YouTube, Harp ha sabido construir un vínculo cercano con su público. “Soy de las pocas personas que recibe poco hate porque no tengo miedo de bloquear comentarios negativos. Me gusta limpiar ese espacio que es mío y de las personas que deciden seguirme”. Esa autenticidad, asegura, es lo que la conecta con quienes la siguen día a día.
Su historia personal también ha estado marcada por resiliencia. Durante su adolescencia fue víctima de bullying, principalmente por su estatura y complexión. “Se burlaban de que era muy flaca, pero gracias a eso entré a Miss Venezuela y moldeé mi cuerpo como quise. Lo que parecían defectos se convirtieron en fortalezas. Crecí con una madre psicóloga que me enseñó a quererme y valorarme”. Hoy, esas heridas del pasado son las que fortalecen su discurso de aceptación y seguridad.
Más allá del trabajo, Marie Claire cuida su salud física y emocional a través del ejercicio, al que considera su vía de escape. “El gimnasio es importantísimo para mí. Tanto así que armé uno completo en mi casa, porque me bajoneaba si no podía entrenar. Ahora lo hago para cuidar mi salud física y emocional”. También confiesa que no se castiga ni se juzga de más: prefiere ser objetiva y amable consigo misma.
Definirse no le resulta fácil, pero lo hace con contundencia: “Soy una mujer imparable, abierta al crecimiento profesional. Estoy en una evolución constante, abrazando y trabajando en lo que venga”. Entre sus sueños, destaca conducir programas de concursos que puedan cambiar vidas, así como explorar más su lado filantrópico. “Me gustaría que me recordaran como una mujer cercana, auténtica, que llevó su personalidad a la televisión y que siempre transmitió alegría”.
La venezolana que encontró en México un nuevo hogar no solo busca brillar frente a las cámaras, sino dejar huella en la vida de las personas. “Quiero marcar la diferencia con cercanía, con autenticidad y con proyectos que impacten positivamente en la gente”, asegura. Su camino es una muestra de que la disciplina, la resiliencia y la pasión son capaces de transformar obstáculos en oportunidades.
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