Corazón hospitalario: Hotel Grand Powers

Les Grands Hôtels Parisiens han llamado la atención en el escenario parisino por ser una oferta única en el mercado y ser dirigidos por dos mujeres: Julie y su hermana Alexandra Marang.

Texto por Alexis Mustri Guindi

Todo empezó gracias al padre de Julie Marang, quien hace 10 años dio un giro en sus negocios. Fue de ahí que ella y su hermana, Alexandra, experta en finanzas, decidieron unirse al mundo de la hospitalidad. 

Julie tenía un gran camino en el mundo de la moda pero, entre risas, dice que en un giro inesperado, “ahora estoy a cargo de cuatro hoteles del grupo familiar establecidos en París: el Grand Hotel du Palais Royal, el Plaza Tour Eiffel, el Petit Lafayette y el Grand Powers, que ha ofrecido una renovación total”. 

Todos sus hoteles son únicos, ya que hacen que el cliente viva una sensación muy parisina. A diferencia de un hotel convencional, decidieron salir de lo ordinario y darle un significado diferente a la hospitalidad.

“Me despierto y pienso en el hotel. Pienso en el hotel todo el día, incluso durante las vacaciones. Es una pasión. Así que creo que nunca dejaré de hacerlo. Nunca, nunca, nunca, nunca. Es una pasión. Es amor”

Íntimo y único

Ubicado en la esquina de la rue François 1er y la rue Pierre Charron, a unos pasos de los Campos Elíseos y la avenida Montaigne. Con un espíritu haussmaniano, destaca por sus grandes volúmenes, techos altos, molduras, piedra de París y chimeneas altas. Las 50 habitaciones están salpicadas de tonos rosa empolvado, con una mezcla entre el clasicismo y el diseño contemporáneo; además de tener increíbles vistas hacia la Torre Eiffel.

Otro detalle es que el Grand Powers destaca por ser muy francés: “Realmente vives como una persona parisina. Es como si estuvieras caminando hacia un apartamento y te sintieras como en casa. Así que cada habitación es diferente”. 

El hotel ha llamado la atención también por el Café 52, dirigido por el chef Maxime Raab; está ubicado en el lobby, con un pequeño bar elegante. Su menú es único por tener una cocina que promueve el bienestar, opciones vegetarianas, sin gluten o sin lactosa.

“Algo que diferencia este hotel de los demás que tenemos es el spa Thala. Tiene una cabina de tratamientos, un jacuzzi, un sauna, un hammam y una sala de fitness en donde ofrecen clases de yoga”, detalla Julie.

Aunque también explica que cada uno de sus hoteles es diferente: “Queremos que el cliente se sienta como en casa, ya que somos hoteles boutique. Trabajamos muy de cerca con ellos, lo que me permite estar muy involucrada y escuchar sus necesidades. Creo que esta es la razón por la cual hemos llegado a ser un hotel de cinco estrellas con el Grand Powers. Durante más de un año, fuimos nombrados uno de los mejores hoteles en TripAdvisor. Nuestros hoteles están basados en los detalles, y cada uno de ellos nos permite estar cerca de las necesidades del cliente”.

La incomparable hospitalidad

Julie comparte que lo que más disfruta de trabajar en hospitalidad es la parte humana, ya que se enriquece con todos los clientes internacionales día a día. “Como mujer, me siento muy orgullosa de estar a cargo de un equipo de más de 100 personas. He aprendido a ser curiosa, y para ser curiosa, tienes que tener en cuenta todo, porque el hotel ya no es como hace unos años, cuando la gente pagaba por su habitación, desayunaba y se iba. Ahora es toda una experiencia en la que se puede mezclar arte, cultura, moda y caridad”.

Eso cobra mucha importancia al entrar en detalles sobre Julie, pues se describe como una persona muy enérgica: “Tengo mucha energía. No hablo mucho, pero siempre tengo muchas ideas y sueños en mi mente, y siempre trato de realizarlos”. 

Sobre los detalles más personales de su vida, confiesa que le gusta ir de compras al Bon Marché, visitar museos y teatros. “Hay un lugar que me encanta. Es el hotel de uno de mis amigos: Hotel Providence. Es único. Y creo que su restaurante es uno de mis favoritos en París, así que he pasado mucho tiempo allí. Es como el Reino Unido. Nos reunimos en este lugar con un grupo de amigos todas las semanas; estar en el hotel es divertido”. Y sin dejar de lado su faceta profesional, agrega: “Te inspiras en otros hoteles, como cuando caminas dentro de estos”.

Dice que lo que le gusta de vivir en París es la cultura y la libertad. “Realmente te sientes libre porque puedes caminar. Es una ciudad pequeña y el centro es seguro. Así que puedes caminar de cierto punto a otro incluso a las 4 a. m. Es tan hermoso, es como un museo”. 

“Hay un lugar que me encanta en París”, comparte Julie muy emocionada. “Creo que es mi tienda favorita. Se llama W y W. Hacen las flores en el hotel, entonces tienen flores y es hermoso. También tienen fresas, mucha curiosidad, antigüedades y esas cosas. Y realmente me encanta eso. Ese es un buen lugar”.

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