El actor de cine y televisión Mario Morán abre su corazón y nos cuenta de sus sueños y los retos que tuvo que vencer para llegar a ser uno de los nuevos iconos de la actuación en México.
Fotografía: Rodrigo Palma
Asistente de fotografía: David Nicolás
Estilismo: Alberto Rebelo & Santiago Araico
Cabello: Gabriela Montes de Oca
Maquillaje: Ger Parra
PR: COLOüRS Agency
Entrevista: Aarón Zavaleta
Antes de que tus hermanos te metieran la idea de modelar, ¿en qué estabas pensando para tu vida? ¿Cómo nació el amor por la actuación?
Fue algo espontáneo. Luego de tener la suerte de participar en un comercial para unas galletas y darme cuenta de todo lo que conlleva el detrás de un spot o producción, me enamoré. Eso sembró la semilla y despertó la pasión por la actuación.
¿Qué fue lo más difícil de dejar tu ciudad natal para perseguir tu sueño?
Fue complicado dejar a mi familia y a mis amigos. Se imaginarán el duro proceso, pero siempre tuve la actitud de perseguir mis sueños. Trabajar y estudiar fue difícil, pero siempre quise lograr mi meta.
Sabemos que estudiaste en el CEA y que es un peldaño a alcanzar para el actor, ¿cómo fue tu proceso dentro de la institución?
Fue estresante. Me enfrenté a una escuela de alto rendimiento con muchos maestros que exigen mucho. Es obvio, siendo una de las academias donde no cualquiera puede ingresar. Precisamente, cuando apenas despertaba mi amor por la actuación, en alguna lección no lograba desempeñarme al 100%. Además, nadie tiene su lugar seguro. Cada tres meses evalúan si realmente mereces estar dentro del CEA.
Cuéntanos, ¿qué papel interpretado guardas con cariño? ¿Cuál fue el que más te costó trabajo?
El hecho de saber que me iba a dedicar a la actuación hace que cada papel que tomo lo guarde con cariño. Todos han llegado a mi vida para dejar alguna huella o magia. Recuerdo una lección del CEA en donde no lograba llorar, lo cual significaba estar fuera de la institución. Entonces, mi primer protagónico llamado Alan, un personaje que lloraba en toda la novela, me exigió aprender a hacerlo. Mi caracterización de Pedro Infante es la más importante de mi vida o carrera y me va a dejar marcado para siempre.
Personificaste a uno de los íconos de México, Pedro Infante, en su serie autobiográfica. ¿Cómo llegó a ti ese papel y qué es lo más valioso de ese proyecto?
Todos los proyectos que he tomado han llegado por mis castings. En este papel específico no quería hacerlo por temas vocales, ya que sé que no llego al tono del ícono mexicano. Mi agencia me apoyó en todo momento y confiando en mí se logró. Mi mamá, que ahora está en el cielo, fue una gran inspiración para interpretar a este personaje. El papel de Pedro fue un combo de muchas emociones y, afortunadamente, la reacción del público fue satisfactoria. Hoy por hoy, me siento muy agradecido por este proyecto.
Existen diversas inspiraciones para un actor, ¿con quién te gustaría compartir pantalla?
Me encantaría compartir pantalla con Gael García, Diego Luna, Damián Alcázar y Joaquín Cosío. Es una lista larga, pero puntualmente sería con Gael García y Diego Luna, debido a que son un orgullo mexicano. Verlos en acción debe ser algo súper mágico y gratificante.
Ahora estás promoviendo La historia de Juana. Platícanos de tu papel y la historia:
Es una historia increíble, inspirada en un hecho real. Nos cuenta de una chica que es virgen y, en su primer chequeo con el ginecólogo, la clínica se confunde de paciente con alguien que iba a rentar su vientre para un empresario que sufrió cáncer. Así, Juana es inseminada y queda embarazada sin coito. Mi personaje, Felipe, es el tío de Juana, pero por la edad parecemos primos. Felipe se convierte en una figura paterna, lo cual le impide tener una relación estable, pero las cosas cambiarán gradualmente.
¿Qué sigue para tu carrera profesional?
Continuar trabajando en proyectos que me apasionen y seguir creciendo como actor.
Compartes portada con Grettell Valdez y también colaboran en La historia de Juana. ¿Cómo ha sido su relación profesional?
Ha sido una grata sorpresa compartir un proyecto más con ella. Es una actriz con mucha experiencia. Nuestro papel de hermanos ya superó la ficción y ahora creemos que somos hermanos. Tenemos un cariño mutuo y me siento afortunado de tenerla en mi vida. Ella ha sido muy generosa conmigo, no cualquiera comparte a su familia y ella me hace sentir como de su familia.
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