“Less is more”, la famosa frase del alemán Ludwig Mies van der Rohe podría ser sin duda el mantra de una de las tendencias de la arquitectura contemporánea.
Une tendencia que llegó para quedarse
Las tiny houses, es decir, las casas de superficies sumamente reducidas, generalmente construidas con materiales y técnicas amigables con el medio ambiente hacen honor a la frase del famoso arquitecto, “Less is more”.
Móviles o fijas, de estilo vintage o modernas, estas pequeñas casas, sin duda muy llamativas, usualmente están ubicadas en la naturaleza con inspiración del estilo escandinavo. Originadas en Estados Unidos, ahora encuentran aceptación en todo Europa.
#tinyhouses
Actualmente, el hashtag #tinyhouses en Instagram tiene 1.371.122 publicaciones y son muchísimos los blogs que ofrecen consejos sobre cómo realizar una, incluyendo los testimonios y las experiencias de vida de personas que han decidido vivir en menos de 30 m2.
Pros y contras
Pero, la pregunta es: ¿realmente es posible vivir en ambientes tan reducidos por un tiempo prolongado? Te contamos sus pros y contras.
Más calidad que cantidad
Si la economía entre los años 80 y 90 nos llevó a pensar “más es mejor” —sobre todo en cuanto a los espacios—, en los últimos años hemos visto un cambio importante. Las crisis económicas y la nueva conciencia ambiental cada vez más compartida han sido cómplices de los cambios. Hoy construir una casa y mantenerla no es tan simple y muchas personas prefieren más la calidad que la cantidad.
Por lo tanto, reducir drásticamente los espacios y reorganizarlos de manera perfecta, concentrando lo indispensable en poquísimos metros cuadrados, ayuda a mantener bajo control el desperdicio y el gasto energético, a favor de una mayor libertad e independencia y de una reconexión con la naturaleza.
Las tiny houses comprenden entre los 8 y los 40 m2 como máximo, son fáciles de construir, funcionales y autosuficientes a nivel energético.
Ventajas del small place living
Sin duda, lo más importante es la reducción de los costos. Una vivienda más pequeña tiene necesariamente un costo más bajo, ya sea para la compra como para todos los gastos de gestión. Las tiny houses son consideradas las casas más económicas del mundo.
La rapidez de construcción parece ser otro de los atractivos. En la mayoría de los casos, no se prevén cimientos ni conexiones a la red de servicios y se trata de construcciones que permiten acortar los tiempos para la realización y la instalación.
Unión con la naturaleza
Por otro lado, el redescubrimiento de la naturaleza es una ventaja. Precisamente, debido a sus dimensiones minúsculas, muchas tiny houses se instalan en lugares naturales excepcionales, y, además, los espacios interiores reducidos motivan a las personas a pasar más tiempo al aire libre, volviéndose a conectar con la naturaleza que les rodea.
Las innegables desventajas
La micro house no es adecuada para vivir por mucho tiempo, sino para su uso como casa de vacaciones. También, la falta de espacios en estas casitas podrían generar complicaciones de tipo sanitario y social como la depresión, pues los seres humanos no vivimos bien en ambientes saturados y subdimensionados.
Y finalmente, aunque sean deseadas por la posibilidad de poder moverlas, las microcasas no son simples de desplazar a sitios donde se puede permanecer por mucho tiempo o permanentemente, debido a las normativas de construcción.
El futuro lo dirá
Más allá de los posibles aspectos críticos, la tiny house se está usando cada vez más como una alternativa sostenible. Con sus formas geo métricas y funcionales, nos están demostrando que, para vivir bien, la esencialidad puede ser una opción.