Una conversación cercana con el actor potosino Manuel Masalva, sobre su pasión musical y sus proyectos más trascendentales en pantalla.
Fotografía: David Suárez
Entrevista: Aarón Zavaleta
Styling: Elié Rodríguez
Cabello: Ale Velarde
Desde pequeño tomaste clases de piano y guitarra, algo que, quizá, te inspiró tu padre, quien es compositor. ¿Cómo fueron esos primeros años de infancia tan cerca de la música?
Para mi fue algo muy especial pues crecí escuchando la música de mi papá, las historias de cómo aprendió a tocar la guitarra, los grupos que tuvo o las narraciones de concursos en los que participó, lo que hizo todo más especial. Además, el maestro de piano de la Casa de la Cultura de Tamazunchale en San Luis Potosí -donde crecí-, el profesor Aníbal (mi primer maestro de música), conocía a mi papá y, por lo tanto, siempre hubo mucha cercanía y complicidad para forjar el amor que le tengo a la música.
También has estado cerca del arte de la música como compositor. Platícanos sobre tus letras, tus géneros musicales y el estilo que has ido trabajando.
Tengo varias letras acompañadas con balada romántica y rock, canciones compuestas en coautoría con un amigo u amigos, inspiradas en historias reales o meramente imaginarias. Tengo canciones de experiencias personales, sobre un amorío o aventura, y hasta alguna pérdida. Aún sigo descubriendo y sigo enfocado en mi carrera como actor que demanda mucha de mi energía, por lo que no he tenido tiempo para construir canciones y letras nuevas que puedan definir mi estilo, pero siempre mantengo abierto mi horizonte a todo tipo de música. Quiero crear un estilo propio entre todos mis géneros favoritos y definir una forma de letras o de interpretar mis canciones.
Zegna, total look.
¿Qué has pensando a futuro en la música? ¿Lo has hecho hasta hoy como una pasión, un espacio de tiempo libre para salir de la rutina o sí estás proyectando una carrera como cantante o compositor?
Aún no lo tengo claro. Tal vez no lo estoy proyectando concretamente como una carrera pero sí es algo que tengo en mente hacer, no sé si en solitario o en conjunto, o hasta desde otro ángulo. A mi me gusta la producción musical, entonces por ahí también podría adentrarme en el medio. Todo depende del escenario de mi vida en el que esté parado, ya sea como compositor, cantante o arreglista de instrumentos por medio de la computadora, así que aún me sigo encontrando.
¿Cómo decidiste dar el salto de la música a la actuación?
Siempre había tenido esa espina artística, sobre todo con el cine, el cual veía como algo muy lejano debido a que no tuve esa cercanía con ese mundo a través de algún amigo o familiar, sino hasta mudarme a la Ciudad de México en 2012. Años atrás, durante mis estudios, llevé un seminario de actuación, el cual podría decirse que fue mi primer acercamiento en un guion teatral, fue el de Jesucristo Superestrella, e hicimos un pequeño montaje haciendo de esta experiencia algo divertido entre amigos.
Pero ya viviendo en la Ciudad de México empecé a conocer gente del medio, entré a un curso de introducción al teatro y comencé a actuar como extra en comerciales mientras como músico tocaba en varios lugares. Meses después decidí meterme de lleno a la actuación ingresando al CEA con Eugenio Cobo, y ese fue mi gran salto.
Merkaba, abrigo; Archivo híbrido, camisa y pantalón; Zegna, botas.
¿En qué momento comenzaste a salir a la calle como un actor famoso?
No sé en qué momento pasó. Yo no me considero un buscador de la fama debido a que es algo muy frágil. Se me han presentado papeles que han tenido gran impacto en la audiencia y proyectos con gran nivel cinematográfico, lo cual me arrojó a ese escenario, sin embargo, no me considero una persona famosa. Aunque sí les puedo compartir que hay mucha gente en México y en el extranjero que ha visto La Rosa de Guadalupe y Cómo dice el dicho, y que me identifica en alguno de esos que fueron mis primeros papeles.
Después se presentó Narcos México, que fue un proceso largo de más tres años interpretando a un personaje muy peculiar que fue creciendo y que me fue abriendo puertas. Hay mucha gente que recuerda a mi personaje de Ramón Arellano. Eso me hace muy feliz pues mi trabajo llega a mucha gente y eso se agradece muchísimo.
El de Ramón Arellano, sin duda, es un papel importante en una serie e historia importantes. Suponemos que la experiencia te ha dejado grandes memorias.
Fue una aventura enorme y yo digo que para mí, fue una escuela, aparte de que se hizo una familia muy grande. En esta producción, yo era uno de los elemento más jóvenes y con menos trayectoria, lo que transformó la experiencia en un regalo o una bendición enorme, pues me colocó en la mira del público. Además el papel fue creciendo temporada tras temporada, cada una confirmando nuevamente las ganas que tengo de disfrutar lo que estoy haciendo.
Diego Zúñiga, camisa; Zegna, pantalón.
Es difícil resumirlo en palabras, pero fue algo divino desde el momento en que recibí esa llamada donde me invitaron a participar, al poco tiempo ya estar en el set con Joaquín Cosío y Diego Luna, y fue doblemente especial porque se trabajó en mi ciudad natal. Siempre recordaré ese día, el 27 de noviembre del 2017. Estaba súper nervioso porque mencionaba una sola línea en el capítulo dos: “voy por una nieve”.
Participas en El secreto de la familia Greco, que seguro ha tenido sus propios retos.
Este paso ha sido increíble y complejo. Fue una serie de nueve episodios en los que interpreté a Andrés Greco y compartí un lazo familiar ficticio en el set con Fernando Colunga y Lisa Owen, lo que hace trascendental esta experiencia.
La historia está basada en una historia real acontecido en los años 80 en Argentina, la del clan Puccio, una familia que raptó, sistemáticamente, a unos cuantos miembros de la clase alta bonaerense. El reto fue grande pero ya tenía un poco de conocimiento sobre la historia. Esta serie es algo oscura y nada simple. Me encanta mi personaje: un chico con actitud, campeón de polo, atleta con valores y amigos, que se ve envuelto en el drama del papá quien por dinero, en los años 80 en México, secuestra a gente conocida. Es algo muy perverso y difícil de creer. Como actor no puedes juzgar al personaje por lo que el reto actoral fue difícil.
El siguiente año se estrena Tengo que morir todas las noches de Paramount + y que retrata la Ciudad de México de los años 80 y la experiencia de la comunidad LGBTIQ, con la dirección de Ernesto Contreras, quien ha sido un ejemplo maravilloso tras de cámara.
Esta serie está basada en un libro o ensayo homónimo de Guillermo Osorno, inspirado en su vida en los años 80 en México en la antigua zona roja, ahora llamada Zona Rosa, y habla de este tema inclusivo social, político y hasta generacional, porque fue muy importante para esa escena, sobre todo en la gran metrópoli.
Sandro, traje; Pal Zileri, suéter; American Eagle, camisa.
Aquí interpreto a Rogelio, el hermano del protagonista, Guillermo, haciendo una historia que tiene varios ángulos y protagonistas, respetando el libro. En esta serie podemos ver la opresión de esos tiempos por parte del cuerpo policíaco, tratando de exterminar el movimiento gay o trans, irrumpiendo en los shows de esos tiempos. Y fue un sueño cumplido trabajar con Ernesto Contreras. Los ocho capítulos son mágicos y disfruté esta gran aventura acompañado de un gran elenco y una gran producción.
Si bien tus deseos de dedicarte al mundo de la actuación y la música han sido una constante desde pequeño, esto ya es una realidad que vives día con día. ¿Qué pasa por tu mente, hacia dónde quieres ir?
Quiero ir hacia la paz, a un escenario amoroso lleno de salud y gente bonita. Dedicarme a la televisión o al cine me ha dado familias adoptivas dentro del gremio. Yo espero seguir caminando con esta gente tan linda, dentro de México y fuera de él, e intentar dejar huella con algún papel o que la gente realmente se acuerde de esa interpretación. Un sueño que tengo es llegar a Hollywood o hasta Bollywood. Día a día me sigo preparando, ingresando a cursos para estar consciente ante cualquier papel y situación.
Zegna, total look..
La vida me ha llevado a lugares donde nunca imaginé, siempre con el apoyo de mis padres y amigos. Me gustaría cerrar esta entrevista con la famosa frase de perseguir tus sueños pero también estar abiertos o dejarnos fluir con la vida misma y el tiempo. Dejar que la vida nos sorprenda, abrazar y agradecer todo lo que tenemos, sea mucho o poco. Ir a un lugar que nos llene de mucha paz y amor.
