Colombia en pocas palabras

Una visita al país más septentrional de Sudamérica, al que parece que no le falta absolutamente nada. Bueno sí, solo faltas tú.

Colombia hermosa

Visitar Colombia es introducirse a un mundo de sensaciones, colores, olores, sonidos y sabores megadiversos. Basta con entrar a cualquier frutería para darse cuenta de la exuberancia de este país, considerado el segundo con la mayor biodiversidad del mundo.

Es poder elevarse en las altas montañas de los Andes, adentrarse al interior del Amazonas o refrescarse en las playas doradas del Caribe. Su cercanía con el ecuador le permite tener ecosistemas muy particulares y un clima de lo más variado.

Lo que hace única a Colombia

Hablar de biodiversidad no solamente implica pensar en los recursos naturales de un país, sino también en el equilibrio que guarda con su cultura local. De manera que Colombia también es el olor al tinto por las mañanas, los sonidos de su música tropical, el paisaje de la ciudad difuminado por el verde de su naturaleza o la revitalización de las civilizaciones que habitaron estas tierras a través de la chicha.

Cultura urbana

La primera parada a considerar es un recorrido por la ciudad de Bogotá. La mayoría de las fachadas de sus casas, construidas con ladrillo, le dan un toque rural en armonía con el verde de su vegetación alentado por las copiosas lluvias que aparecen de forma sorpresiva y cesan en un santiamén.

Desde muy temprano, la vida comienza a funcionar con una fuerza y un bullicio impresionantes, una costumbre a decir de sus habitantes, heredada de la vida en el campo. Uno de los barrios imprescindibles para conocer es La Candelaria, ubicado en el centro colonial.

El ciclismo es uno de los deportes nacionales, por lo que verás a miles de personas durante todo el día recorriendo las extensas ciclovías de Bogotá. Andar en bicicleta es una excelente opción para conocerla a detalle. Debido a que es la tercera capital más alta del mundo, a menudo se organizan rodadas para ir a las montañas que la envuelven, representando todo un reto para los extranjeros.

Colombia es el único país latinoamericano que tiene una bicampeona olímpica en ciclismo, Mariana Pajón, quien es conocida como ‘la reina del BMX’, lo que da muestra de la importancia que tienen los deportes urbanos, con una escena muy fuerte en la cultura del patinaje y unos skateparks realmente hermosos.

El pasado indígena

El nombre de la capital proviene de la palabra Bacatá, de origen muisca. Curiosamente, muchas de las palabras usadas en el país, acompañadas con su encantador acento, son vestigios de las culturas encontradas a la llegada de los españoles. Una buena forma de acercarse al pasado indígena es haciendo una visita al Museo del Oro, que posee la colección de orfebrería prehispánica más grande del mundo, con aproximadamente treinta y cuatro mil piezas del preciado metal.

Otra es visitando sus zonas arqueológicas, entre las que destacan las estatuas de San Agustín, cerca de 500 figuras monumentales talladas en piedra volcánica, que representan animales sagrados o figuras antropomórficas.

Para los amantes de la playa está el Parque Nacional Natural Tayrona ubicado en la región del Caribe. Dentro de este paraíso se encuentra ‘La Ciudad Perdida’ de la cultura Tayrona ubicada en la ciudad de Santa Marta.

Se puede acceder a este misterioso sitio a través de una excursión por la selva durante varios días en donde incluso hay que pasar en medio de ríos, con la Sierra Nevada de fondo. Las cristalinas aguas del Tayrona se encuentran en la cordillera montañosa costera más alta del mundo, sus arenas son blancas y están rodeadas de monumentales rocas.

Qué viva la música

Tal vez no haya una manifestación cultural más importante en Colombia que la música. Elementos africanos, americanos y europeos le han ido dando forma a los más de mil ritmos conocidos en el país.

Para darnos una idea, existen diversos festivales de prestigio mundial subsidiados por el estado desde hace más de 25 años de géneros como el rock, jazz, hip-hop, salsa y otros privados como el Estéreo Picnic, Jamming o Storyland Festival, por mencionar algunos.

Tampoco podemos dejar de recordar que justo de aquí son algunas de las superestrellas que han llevado a diversos continentes la música reguetón como Karol G, Maluma, J Balvin, Sebastián Yatra, Greeicy, entre otros.

Cada región le ha dado su propio estilo a la música. Entre los ritmos populares más conocidos se encuentran el vallenato, el bambuco, la carranga, la cumbia y por supuesto la salsa, que definitivamente no se baila igual en todo el país.

Es Cali, el lugar en donde este ritmo ha adquirido mayor popularidad, ganándose incluso el mote de “la capital de la salsa”. La ciudad es la económicamente más importante del suroeste de Colombia y a pesar de que durante el día es sumamente calurosa, por la noche se transforma en un fresco torbellino que hace bailar a propios y extraños.

Desde pequeños bares con una selección de pistas muy bien cuidada, donde la concurrencia lleva sus propios instrumentos para acompañar la música hasta las salsotecas más lujosas, el sabor de este ritmo los une a todos en un mismo parche.

El sabor del trópico

Con ingredientes tan variados, la gastronomía colombiana también parece interminable. Aunque no hay un consenso que diga cuál es el plato que represente al país, tal vez sea el sancocho y las arepas los símbolos por excelencia que encabezan la larga lista de complacencias a probar.

El primero es una sopa espesa a base de papa o yuca al cual se le agrega algún tipo de proteína con verduras y una serie de condimentos herbales que sólo el cocinero en turno puede descifrar.

Las segundas son parte del acompañamiento de cualquier alimento o pueden pasar a ser el plato principal. Es una creación de origen precolombino y se trata de una especie de “gordita” hecha a base de maíz, que tiene forma circular y aplanada. Puede ir rellena de queso, carne, huevo o cualquier otra cosa con la que se quiera acompañar.

Existen otros platos imprescindibles a la hora del almuerzo que varían dependiendo del lugar en el que se cocine. Por fortuna, en todo el país se emulan los estilos de otras localidades y hay restaurantes especializados en esa tarea.

Por ejemplo, la comida santanderiana presume de los mejores cortes y la sopa de mute. La región de la capital es la mejor haciendo el ajiaco y el arroz atollao. En la zona del Caribe brilla la trucha en salsa de mariscos o el mote de queso. En la región tolimense destaca la lechona y el tamal. En Antioquia la bandeja paisa y los patacones con hogao.

No podemos dejar de hacer una mención especial al café más famoso del mundo que se produce en las fincas del eje cafetero ubicado en los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío y algunas regiones de Tolima, Antioquia y el Valle del Cauca.

Por esto y más, te invitamos a que visites este maravilloso país.

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