Si bien el maridaje es una experiencia personal y subjetiva, aquí te dejamos algunos referentes casi obligados para que saques el mejor sabor al degustar mariscos.
Texto: Jorge Cass
Frescura y de temporada
Elige mariscos frescos y de temporada para realzar sus sabores naturales; y es muy importante que te asegures de su frescura, pues con los cambios de temperatura esto puede ser un problema. Los mariscos en su punto máximo de frescura son ideales para resaltar las cualidades únicas de los vinos. Los mariscos de sabor delicado, como las almejas, se benefician de vinos blancos ligeros, mientras que mariscos más intensos como los camarones, pueden combinar bien con blancos más estructurados.
Cítricos y acidez
La acidez es un elemento clave al maridar con mariscos, ya que ayuda a equilibrar su sabor a menudo delicado. Los vinos blancos con notas cítricas, como Sauvignon Blanc o Albariño, complementan los mariscos al resaltar su frescura. La acidez también puede provenir de salsas a base de cítricos, como limón o lima, que realzan los sabores de los mariscos. Estos elementos crean toda una intensificación en tu paladar que subirá el siguiente escalón de la delicia.
Vinos blancos y rosados
En general, los vinos blancos y rosados tienden a ser más adecuados para el maridaje con mariscos que los tintos. Los vinos blancos secos, como Chardonnay, cuya intensidad aromática, frescura y sus dejos a frutas frescas como manzana verde se combinan bien con mariscos más sustanciosos, como la langosta. Los vinos rosados ligeros también pueden ser una elección muy buena, en específico con mariscos a la parrilla.
Hierbas y especias sutiles
Al maridar, busca hierbas y especias sutiles que realcen los sabores de los mariscos en lugar de abrumarlos. Hierbas frescas como el cilantro, el tarragón o el eneldo pueden aportar un toque aromático. Si los mariscos tienen picante, un vino blanco con un poco de dulzura, como un Riesling, puede equilibrar el calor en tu boca, haciendo del bocado y maridaje todo un proceso por etapas.
Maridajes regionales
Considera los maridajes regionales, ya que a menudo los platos de mariscos se preparan con ingredientes locales y técnicas culinarias específicas. Por ejemplo, los mariscos mediterráneos, como la paella de mariscos, suelen ir bien con vinos blancos de la región, como un vino verdejo español. Los mariscos asiáticos, como el sushi, pueden maridar con vinos blancos ligeros con notas florales y frescas. O bien, unos ricos tacos de pescado de Ensenada acompañados de un Chenin Colombard o Chardonnay sin barrica.