Gaby Ramírez, conocida por su alegría y energía inigualable, ha recorrido un camino fascinante desde sus inicios en Monterrey hasta consolidarse como una de las conductoras más queridas en la televisión nacional.
📸Fotografía: Rodrigo Palma
🤳Asistente de foto: Esaú Martínez
🕴Estilismo: Santiago Araico
💄Muah: Geraldine Hercos
💼PR: Leonardo Castañuela para Jerry ML
📖Entrevista: Aarón Zavaleta
¿Quién soy?
Desde pequeña, Gaby supo que la vida en el entretenimiento estaba llena de retos, pero también de oportunidades para descubrir nuevas facetas de sí misma. “Mi experiencia en Las muñequitas Elizabeth fue increíble porque salió una Gaby diferente. Antes era una Gaby que no hablaba, que entre menos la vieran, mucho mejor. Pero ahí descubrí una Gaby extrovertida, que disfrutaba bailar, cantar y hasta hacer el ridículo sin miedo. Fue una etapa que duró seis años y me enseñó a perderle el miedo al micrófono, a los escenarios y a la gente”.
Este primer capítulo en su carrera fue apenas el comienzo de una trayectoria llena de aprendizajes. Al preguntarle sobre el momento que reviviría, Gaby se detiene a reflexionar: “Creo que sería el de Acábatelo. Estábamos en el boom: evento tras evento, la gente gritaba tu nombre. Fue una etapa donde experimenté por primera vez lo que era estar en el centro de todo. Aunque cada etapa ha sido diferente, siento que ahora, en Enamorándonos, estoy en mi mejor momento. Amo lo que hago, y todas las experiencias previas me han traído hasta aquí”.
Un poco de mi…
El cambio de Monterrey a la Ciudad de México no fue fácil, pero fue un paso decisivo. “Lo más desafiante fue perderle el miedo a hacer cosas diferentes. Dejar Monterrey y Multimedios, que siempre fue mi casa, fue como empezar de nuevo. Pero sabía que debía crecer, salir de mi zona de confort. Y aquí estoy, viviendo la mejor etapa de mi carrera”. Esa determinación y valentía son pilares en la filosofía de Gaby, quien no teme a los riesgos si significan crecimiento.
Como conductora del programa Enamorándonos, Gaby ha sido testigo de historias que han tocado su corazón. “Recuerdo especialmente la de Giraldi. Era un hombre que, al principio, se boicoteaba a sí mismo. Pero con terapia y trabajo personal, aprendió a abrirse al amor. Ahora está feliz con su pareja, y ver esa transformación me conmueve profundamente. Creo que todos podemos encontrar el amor, sólo necesitamos paciencia y estar bien con nosotros mismos”.
Aunque no tiene pareja actualmente, Gaby encuentra en su trabajo una forma de aprender sobre el amor. “Es curioso ser la conductora de un programa de amor sin tenerlo en mi vida personal. Pero cada historia me enseña algo, y sé que cuando llegue el indicado, estaré lista”. Para ella, hablar del amor ante millones de personas también implica un reto personal: “Es creérmela, confiar en que todos tenemos derecho a un amor bonito. He aprendido que el amor requiere resiliencia y que nunca se debe tirar la toalla”.
Gracias a la vida…
Además de su éxito en televisión, Gaby ha incursionado en la moda con su tienda en línea, “Ropita Bonita”. “Siempre me ha encantado vestirme bien, y muchas chicas me preguntaban dónde conseguía mi ropa. Así nació la idea de ofrecer outfits que me gustan y que sean accesibles para todas. Es un proyecto bebé, pero le tengo mucho cariño”. Gaby supervisa personalmente cada detalle, desde los empaques hasta los envíos, demostrando la misma dedicación que la caracteriza en la televisión.
Aunque la conducción es su gran pasión, no descarta explorar otros terrenos. “Me encantaría actuar. Hace poco tuve un papel pequeño en una telenovela y me fascinó. Quizá en el futuro pueda combinar ambas cosas. Me gusta seguir aprendiendo y hacer cosas diferentes”.
Trabajar con Mauricio Mancera en Enamorándonos ha sido otra de sus grandes experiencias. “Mauricio es un conductor profesional, simpático y con una química increíble. Desde el primer programa conectamos, y eso se nota en pantalla. Nos reímos mucho, incluso de nuestras equivocaciones. Creo que esa autenticidad es parte del éxito del programa”.
Al final de la entrevista, Gaby comparte un mensaje poderoso: “No se rindan. Habrá gente que dudará de ustedes, incluso ustedes mismas. Pero no dejen de creer en lo que son capaces de lograr. Disfruten el proceso, porque al final, todo valdrá la pena. Estoy orgullosa de la mujer en la que me he convertido, y quiero que todas sientan ese orgullo por sí mismas”.
No te pierdas las sesión de fotos completa en nuestra edición impresa y digital.
