La artista Silvana Estrada, ganadora de Latin Grammy y nueva voz referente, nos acerca a su proceso de inspiración y creatividad en la música.
Fotografía: Martha Álvarez
Mua: Aleida Gómez
Hair: Ernesto Vargas
Producción: Bernardo Carreño vía Step On Fashion
Styling: Dein V
Asistente de moda: Vanessa López
Texto: Aarón Zavaleta
Recientemente ganaste un Latin Grammy a Mejor Artista Nuevo, ¿cómo ha sido ese premio para ti en lo personal y profesional?
El Grammy fue un gran paso, sobre todo para celebrar el camino de trabajo y pasión que he tomado todos estos años, y planeo seguir caminando con toda la gente hermosa con la que colaboro.
“Artista nuevo” suena a que vas llegando a la música, pero tienes una historia de mucho tiempo. Eres de Coatepec, donde hay mucha música y folklore, donde la vida se disfruta cantando y bailando. ¿Cómo te acercaste a la música?
Mis papás son lauderos, construyen instrumentos como violines y contrabajos, así que crecí rodeada de música y sobre todo de músicos quienes suelen tener vidas muy divertidas. Me enamoré muy pronto de la música y toda la alegría y el bienestar que va brindando a quien la crea y a quien la escucha. Eso me lo enseñó la comunidad musical en la que crecí.
La música y la escritura son los elementos que usas para expresarte. ¿Hacia dónde iban tus primeras letras y a qué género sonaban en tu mente?
Cuando empecé a escribir me interesaba mucho hablar de los sentimientos. Creo que la canción es poderosísima para explorar el mundo de los sentimientos más complejos. Nunca he pensado en géneros, más bien voy haciendo una mezcla de todo lo que hay en mi mente.
Has mencionado en algunas entrevistas que Chabela Vargas es un gran referente para ti, ¿cuándo fue que la escuchaste por primera vez y qué sensaciones causó?
La escuché por primera vez en una lista de música mexicana cuando era adolescente. Fue con una canción que se llama “Ojalá que te vaya bonito”, y pensé que su voz me hablaba directo al corazón, me conmovió y a la vez me sentí orgullosa de la música mexicana, tan llena de vida.
“Marchita” es el álbum con el que te consolidas como artista. ¿Nos podrías platicar de la preparación de esta producción?
Es un disco que tardó varios años en nacer, desde sus letras que son una búsqueda de sanar y entender el duelo, el olvido o el desencuentro, hasta su producción que es el intento de conservar la intimidad y la fragilidad en contraste con la fuerza vocal y lírica.
Eres parte de un grupo de amigos músicos ultra talentosos que están dejando una huella valiosa en la música mexicana y de habla hispana, en algunos videos se les ha visto cantar y tocar acústico al compás de la noche. ¿Cómo son esos momentos?
La verdad estoy muy agradecida de tener las amistades y vínculos musicales que tengo, aprendo y me divierto todo el tiempo viendo y admirando el trabajo de mis colegas. Esa es la gran magia de Ciudad de México, congregar tantos talentos diversos y juntarlos de todas las maneras posibles.
Después de un reconocimiento tan importante como es un Latin Grammy y haber cimentado una base valiosa con “Marchita”, ¿cómo está siendo este año y hacia dónde estás viajando en lo artístico y personal?
Estoy trabajando en un año de gira que me tiene muy emocionada, y por otro lado, ya estoy en el proceso de mi próximo disco. También estoy tratando de aprender a cuidar mi salud y mi felicidad sin dejarme arrollar por la cantidad de proyectos que tengo.