Billy Rovzar es una voz reconocida de la nueva era del cine mexicano como productor. En esta entrevista nos cuenta sobre sus inicios, los más recientes retos y del cómo conoció a su hoy esposa, Claudia Álvarez.
Talento: Billy Rovzar
Fotografías: Rodrigo Palma
Styling: Emanuel Catrina
Maquillaje: Víctor Guadarrama
Peinado: Gabriela Montes de Oca
Coordinación: Aarón Zavaleta
Relaciones públicas: Prensa Danna
Creativo desde pequeño
La historia por el amor al cine comenzó desde su infancia, cuando tuvo algunos acercamientos con las cámaras sin saber que terminaría dedicándose a ello tiempo más tarde. “Desde pequeño, mi hermano y yo hacíamos películas con una camarota marca JVC que pertenecía al esposo de mi mamá; se la robábamos y nos poníamos a grabar con ella, haciendo escenas, telenovelas y miniseries”.
Desde ese momento, Billy ya contaba con potencial creativo:
recuerdo una escena en donde mis amigos, mi hermano y yo simulábamos que llegaba el esposo encontrando al amante, y éste se aventaba por la ventana. Entonces llenábamos un mameluco de ropa, le colocábamos una cabeza con una peluca, y cuando comenzaba la escena, hacíamos corte, lanzábamos el muñeco, hacíamos corte y terminaba yo tirado en el piso. Entonces era nuestra forma de hacer efectos especiales y la manera en que jugábamos. Y hasta el momento, mi hermano y yo no hemos parado de jugar”.
A la conquista del mundo
Tiempo después, con apoyo de su familia, decidió viajar a Nueva York a estudiar y prepararse en cine, para luego partir a San Diego a estudiar Ciencias de la Comunicación, donde, ya convencido de su amor por el séptimo arte, tuvo la oportunidad de hacer Matando Cabos en compañía de su hermano Fernando Rovzar, siendo éste su primer filme a nivel profesional y sin pensar que sería un trampolín a ser una de la películas más exitosas del país y que a la postre lo dejaría bien posicionado para lograr nuevas cosas.
Matando Cabos, el hit
Tuvimos la fortuna de que se juntó todo para esta película. Un elenco increíble con un Joaquín Cosío que no había hecho un papel destacado todavía, entonces él fue una apuesta increíble. Don Pedro Armendáriz Jr, Jacqueline Voltaire, Tony Dalton, Kristoff Raczynski, Ana Claudia Talancón, Silverio Palacios, entre otros, y un guion sumamente divertido que conectó mucho con el espectador”.
En medio de una década donde el secuestro y los crímenes dominaban el país, incursionar a hacer una sátira de estos problemas y buscar inversionistas no fue tarea sencilla: “algunos se asustaban al platicarles de la idea y terminaban diciendo que no se podía hacer una comedia de ese tipo pero al final se concretó y hoy en día la tenemos presente con mucho cariño, la gente aún la recuerda y dice: ¡qué me ves, pinche visco!”, menciona Billy.
Además, el filme resultó sorprendente por algunos aspectos técnicos como la secuencia en el Coloso de Santa Úrsula: “el lanzar un Audi al campo del Estadio Azteca fue una escena memorable. En el cine gringo se cuenta con siete autos y una cámara. En esta producción, solo había un auto y siete cámaras, o sea, una oportunidad y todo salió perfecto”.
Más éxitos con Lemon Studios
Con el éxito encima, el camino se fue abriendo de a poco para Billy, muestra de ello fueron los proyectos que siguieron como Kilómetro 31, y mientras tanto, Lemon Films, su casa productora, que después cambió al nombre de Lemon Studios, fue encontrando oportunidades nuevas en cine, televisión y teatro, e incluso competir a nivel internacional.
No todo es como se piensa
Y así como el público se ha ido adaptando a los nuevos tiempos, las casas productoras también han evolucionado. Billy nos cuenta que no sido fácil seguir produciendo, “la gente piensa: ‘es que ya son Lemon, solo levantan la mano y listo’, pero no cuentan con que todo es un proceso que puede durar hasta años”.
Las azules y La loca de los perros
Muestra de ello es el proyecto que tienen en sus manos actualmente, llamado Las azules, donde se relata la historia del primer cuerpo policíaco femenino en los años 70, al igual que un proyecto con Vix, llamado La loca de los perros, un reality que trata de rescatar caninos en situación de calle contando con la participación de Erika Fernández.
Cuando el amor llegó
Hay amores que germinan con el tiempo, que en primera instancia no flechan, pero llegado su día se consolidan irremediablemente. Es así como ha vivido Billy su relación con Claudia.
La conocí estando casado, mucha gente piensa que fue amor a primera vista, pero no; esto fue algo muy padre porque nos conocimos en un momento donde ambos no estábamos disponibles y fuimos amigos durante dos años”.
El flechazo
En el vaivén de la vida, donde Billy conoció éxitos y también los excesos (“dejé de ingerir alcohol hace casi 12 años, bebía demasiado, era un cuate que tenía mucha sed”), en una ocasión se encontró con Claudia en un antro.
Para ese entonces, la situación sentimental de ambos había cambiado, y como dice Claudia: “cuando la flecha va al pecho del apache, aunque se agache”. Billy confiesa: “fue un flechazo de un día, no fue progresivo, fue algo instantáneo”.
El hombre ideal
La conversación de aquella noche se tornó distinta. Cerca de la barra del lugar, Claudia decidió abrir sus emociones con Billy, hablando del desamor y describiendo a su hombre ideal. Fue entonces cuando él se cuestionó: “¿por qué no puedo ser yo ese hombre que está describiendo?”.
La plática se extendió varias horas, donde incluso Billy cuenta que bailaron hasta que los meseros recogieron las mesas y limpiaron el lugar. El momento no podía quedar ahí, así que él decidió seguir la cita, le dijo: “¡ponte un pants y unos tenis! y nos fuimos a Six Flags. Lo hice maquiavélicamente pensando en meterme en su mente con recuerdos que fueran difíciles de olvidar”. Y fue así, un día que han ido recordando siempre, donde él incluso ganó para ella el peluche más grande del aparador.
Química innegable
Mientras realizamos la sesión de fotos, resulta evidente que lo que transmiten en sus redes sociales es real: hay una química y conexión en cada diálogo, y eso se nota también a grandes rasgos en la personalidad de Billy, quien se encuentra en un gran momento, tal vez produciendo la mejor escena de su vida hasta el día de hoy:
estoy en el momento de mi vida más consciente, cuidándome y queriendo más, con Claudia y mis hijos, y haciendo lo que más me apasiona”.
Esto también incluye seguir “jugando” con las cámaras, como cuando construía historias de pequeño.