Vivir de mi Hobby: Benny Ibarra

En el contexto de la puesta en escena del Musical Vaselina Timbiriche, hacemos un recuento por la vida de Benny Ibarra, un enamorado del teatro, apasionado de los sonidos e incansable por seguir creando nuevas emociones.

Fotografía: Dan Crosby
Estilismo: Alberto Rebelo
Asistente de Estilismo: Alexis Olmos
Maquillaje: Itzel Pacheco
Cabello: Gabriela Montes de Oca
Management: Roberto Rodríguez
Locación: Restaurante Luzine
Entrevista – Aarón Zavaleta

Para ser músico, ¿se nace o se hace?
Un artista es la combinación de un talento, de un regalo, de algo que hay que después fomentar, cuidar, pulir, estudiar. Yo sé que la sensibilidad y lo que me tiene siendo artista prácticamente desde que nací es obviamente haber nacido en una familia de gente muy talentosa, de estar viendo todos los días el cómo se ejerce la profesión del artista, en el teatro, en el cine, en la televisión y obviamente en los estudios de grabación y en los conciertos. Mi camino ha sido ese, natural, muy orgánico, casi casi como algo que yo siento que era mi destino y era parte del camino de mi familia.

La constante en tu carrera.
Lo más importante para seguir retándome es tener la habilidad de cambiar de piel constantemente, de hacer diferentes proyectos que me entusiasman, que me retan y que me sacan de mi zona de confort, nunca quise ser solo un tipo de artista, esa es parte de la enseñanza de papá y mamá, de mi familia, me encanta obviamente la música y es por lo que la gente me conoce, pero mi primer gran amor es el teatro porque yo crecí en camerinos, en las dulcerías con los carpinteros, con los electricistas, con los tramoyistas, con los escenógrafos, iluminadores, directores, coreógrafos. Entonces, esa multidisciplina es lo que me mantienen retándome, he hecho mucho teatro, llevo casi 1500 representaciones de teatro profesional, pero al mismo tiempo he grabado ocho discos de solista, otro tanto similar con  Timbiriche. Me gusta mucho la producción, entonces siempre la constante es que aunque sea algo que yo ya he hecho muchas veces es como es el caso del teatro, es retarme a que cada día lo haga de una manera distinta y esa manera crecer y no aburrirme.

Tus procesos musicales.
Me considero un músico explorador, me gusta aprender de diferentes estilos de música; crecí escuchando mucho rock and roll en mi casa: rock de los 60s, 70s… Al mismo tiempo, mi madre me introdujo a la música clásica y también al rock progresivo, y obviamente también al teatro musical. De manera profesional, comencé cantando canciones infantiles de rock con Timbiriche, porque ese era el género que yo siento que, nuestro productor y compositor estrella, Memo Méndez Guiu visualizó para Timbiriche: pop-rock infantil.
Después me fui a estudiar música clásica y teatro musical, me fui a una escuela de jazz y, si escuchan mis materiales, pues sí, me gusta divagar, buscar, explorar con diferentes ritmos y de esa manera colorear mis historias con diferentes matices.

El éxito.
Sí, afortunadamente he tenido éxito haciendo discos, teatro, cine… Y considero que el éxito va más allá de la numeraria, va más allá de decir que me ha ido bien porque “he vendido tantos millones de discos” o “se han llenado los foros donde me presento”, eso es el fruto del éxito. El éxito está en realmente serle fiel a tus principios e ideales como artista, a cuidarlos, alimentarlos y en ese sentido me considero una persona muy exitosa, que, cariñosamente digo, he podido vivir de mi hobby, pero también cosechar eso y poder compartir los frutos con grandes artistas, colegas, productores, músicos, directores y demás.

Kerigma.
Es una banda muy cercana a mi corazón desde hace obviamente muchas décadas, amigos cercanos, colaboradores de varias aventuras y pues “Puro azar” es un tema de Kerigma que me gusta mucho y que disfruto cantar con ellos. Me gusta acercarme a personajes que le subrayan a mi carrera, a mi gusto por diferentes estilos o géneros. La música la veo en dos géneros, la que te conmueve y la que no, todo lo demás es simplemente como tecnicismos, yo soy súper rockero de corazón, crecí cantando pop, que es mucho más complicado que el rock, aunque ustedes no lo crean, me gusta el jazz, el clásico, como ya he explicado tuve la fortuna de colaborar con Celso Piña y con la gran Lila Downs y con ellos pues se coquetea un poco con el mundo de la música más latina, son las cosas que siento, nunca le he entrado a un género por así decirlo, por satisfacer las necesidades del mercado siempre es por una necesidad personal.

San Miguel de Allende.
Es un lugar que me enamoró desde que tenía seis años, en el 76 mi madre compró una casa acá, mi abuela por ahí del 80 construyó una casa justo a lado de la de mi mamá y por fin yo tengo una casa aquí también.

San Miguel es un lugar que siempre me genera muchos recuerdos y hoy por hoy es un pueblo muy cosmopolita, donde conoces a gente de todas partes del mundo, donde conoces a muchos artistas. Pero independientemente de la gente, es un lugar que tiene una magia muy peculiar, me gusta el clima, me gusta su gastronomía y me gusta que siempre me exige ser artista y me ayuda a hacer canciones.

Save The Children
Tengo mucho tiempo trabajando con Save The Children, ya vamos para 25 años. Creo que es importante hacer ese cambio y regresar un poco de lo mucho que he recibido. Me considero una persona muy afortunada, lo sé, y desde un principio hemos educado a mis hijos a ser sensibles a ese razonamiento de que somos seres que hemos tenido la fortuna de vivir en un ambiente controlado, sano en muchos sentidos y que hay gente a la que hay que apoyar constantemente y en especial a los niños. Fue mi hija María Ibarra, cuando llegó un día muy pequeñita, a hacer altruismo con Save The Children, me vendió unos de sus chocolates, le pregunté de qué se trataba, después me informé, me acerqué a la fundación y he sido parte del esfuerzo desde entonces.

Vaselina y María León.
Vaselina y María León. Es un ejercicio muy personal, ya que mi madre y mi padre la trajeron a México en el 73. Después vino la película en el 76, después vino timbiriche en el 84 y 85, hicimos 500 representaciones. Yo hice 100 más en el 86 con Thalia, mi hermano la estelarizó junto con Angélica Vale en el 88, mi madre lanza un proyecto inspirado por vaselina que es la onda vaselina y después OV7. Es un proyecto que nos ha acompañado a lo largo de toda nuestra carrera. 
Volver a hacerla con Timbiriche es algo que no vi venir. Siempre lo coqueteábamos en cada uno de nuestros reencuentros, pero jamás me imaginé que la íbamos a hacer y menos de ese tamaño. Se me asignó vía mi productor Erick Rubín, colega y compadre, la tarea de ser el director musical. Hice arreglos nuevos, de cuerdas, de metales, dirigí a la banda, un poquito de todo porque pues debo presumir que no hay otra persona en el planeta, aparte de los compositores, que conozca tan bien el material, ya que lo he producido en varias ocasiones. 
Ha sido muy divertido, el proceso de pre y producción fue complejo, había una vara muy alta a la cual había que llegar, todos queríamos hacer la mejor versión, y trabajar de la mano de Mauricio García Lozano es increíble.
Y bueno, ahora también comparto portada con María León. La adoro, es lo máximo trabajar con ella, somos muy compatibles en cuanto a la disciplina, el respeto al escenario, a la gente con la que trabajamos. Ha sido un deleite porque es una mujer muy preparada, es como estar jugando con Messi, no falla; siempre pone el balón donde tiene que ir. Y viceversa, en todo momento recibe mi energía como actor, como cantante. Nos queremos mucho, nos respetamos mucho, y esto es desde hace muchos años. Es alguien con quien quiero seguir trabajando el resto de mi vida. En Vaselina somos un Dan y una Sandy únicos y yo le agradezco profundamente su entrega, cariño y sobre todo su confianza.

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